Cómo se daña el papel con el agua: 5 pasos de restauración

Es posible que desee proteger sus preciosas impresiones del agua preguntando “¿cómo se daña el papel con el agua?”. Este artículo no solo responde a esta pregunta por usted, sino que también lo guiará en sus futuros cómo y por qué.

Cómo ahorrar papeles dañados por el agua

Cualquier material hecho de papel se daña con el agua debido a inundaciones, fugas de agua, derrames y similares. Es importante que verifique estas cosas en las áreas de almacenamiento elegidas para el papel.

Es posible que los papeles y las imágenes dañados por el agua se puedan salvar. Sin embargo, no se desanime si descubre que los daños causados ​​por el agua en su casa han destruido documentos valiosos y fotografías familiares.

Hay consejos que puede hacer si descubre que sus documentos pertinentes, como certificados de nacimiento, declaraciones de impuestos y cartas, están dañados por el agua.

Siga estas técnicas rápidas y sencillas para recuperar papel húmedo y mojado de daños causados ​​por el agua para evitar reemplazar (o perder para siempre) documentos importantes.

Paso n.° 1. Mueva los papeles a un lugar seco con cuidado. Es fundamental sacar los papeles del agua lo más rápido posible.

Paso #2. Las hojas individuales deben colocarse sobre toallas de papel simples y exponerse a la luz directa del sol. Para evitar que la impresión se absorba en sus documentos, considere usar toallas de papel con diseños.

Paso n.° 3. Coloque toallas de papel entre las páginas de un libro para secarlo y colóquelo plano para permitir que las páginas respiren. No es realista pedirle que coloque una toalla de papel entre cada página, así que sepárelas aproximadamente cada 20 páginas.

Paso n.° 4. Coloca un abanico cerca de los papeles, pero aléjalo de ellos. Esta es una operación que requiere mucho tiempo, pero es vital para secar los papeles correctamente.

Use un ventilador real en lugar de un secador de pelo u otra alternativa.

Paso 5. Para evitar que se doblen, coloque pisapapeles en los extremos de cada papel. Esto también evita que los papeles livianos salgan volando.

Para acelerar el proceso de secado, sustituya las toallas de papel húmedas o mojadas por toallas secas con frecuencia.

Si actúa rápidamente, estos métodos lo ayudarán a preservar los papeles dañados por el agua, pero ¿qué sucede si no puede comenzar el proceso de secado de inmediato?

Usted también tiene opciones: simplemente coloque los documentos húmedos en una bolsa Ziploc y colóquelos en el congelador. El papel no se deteriorará ni se contaminará con moho como resultado de esto.

¿Cuáles son los métodos comunes para secar libros y documentos húmedos?

Actualmente, existen cinco métodos para secar libros y documentos mojados. Todos han completado al menos algunas pruebas de emergencia y varios se han desplegado ampliamente.

Antes de tomar una decisión final, obtenga el consejo de un conservador o administrador de preservación que tenga experiencia en recuperación ante catástrofes. Incluso si las colecciones originales son reemplazables, los procesos de restauración efectivos han demostrado que secarlas es menos costoso que reemplazarlas.

Es crucial darse cuenta de que ningún procedimiento de secado puede restaurar los materiales. Nunca estarán en mejor forma que cuando comience el proceso de secado.

Si necesita tomarse un tiempo para tomar una decisión clave, los libros y registros deben congelarse para evitar daños físicos y contaminación biológica mientras toma su decisión.

Secado al aire

La forma más antigua y popular de trabajar con libros y discos húmedos es el secado al aire. Se puede usar para un solo artículo o para una gran cantidad de ellos, pero es mejor para libros y documentos mojados o algo húmedos.

Por lo general, se considera un método de secado de bajo costo porque no requiere ningún equipo adicional. Sin embargo, lleva mucho tiempo, ocupa mucho espacio y puede dar como resultado enlaces y bloques de texto horriblemente deformados. Rara vez tiene éxito cuando se trata de secar papel estucado encuadernado.

Al secar materiales raros o inusuales, siempre se debe consultar a los conservadores de libros y papel. Pueden optar por secar al aire los artículos o recomendar una de las otras opciones.

Deshumidificación

Si bien se ha empleado durante muchos años para secar edificios y bodegas de barcos, esta es la forma más nueva de ganar reconocimiento en la comunidad de bibliotecas y archivos. Todas las colecciones, equipos y muebles se dejan en su lugar cuando se llevan grandes deshumidificadores comerciales a las instalaciones.

La temperatura y la humedad se pueden regular con precisión para cumplir con sus requisitos. Se están realizando investigaciones adicionales, pero se ha demostrado que el procedimiento funciona para libros húmedos o moderadamente mojados, incluidos aquellos con papel estucado, siempre que el procedimiento se inicie antes de que se hinche y se adhiera.

Solo la cantidad de equipo accesible y la habilidad de los operadores del equipo limitan la cantidad de productos. Este método ofrece la ventaja de dejar los artículos en los estantes y en cajas de almacenamiento, en lugar de llevarlos a un congelador o cámara de vacío, lo cual es un paso costoso.

Si deja los libros y discos húmedos o moderadamente húmedos en un congelador rápido con autodescongelación durante el tiempo suficiente, se secarán con éxito. Después del daño por agua, los materiales deben almacenarse en el congelador lo más rápido posible.

La manera más fácil de evitar que los libros se hinchen inicialmente es sujetar sus encuadernaciones de forma segura. Para evitar la distorsión y facilitar el secado, el equipo debe poder congelarse muy rápidamente y a temperaturas inferiores a -10 °F.

Congele los documentos en pilas o extiéndalos

Si sucede que sus papeles dañados por el agua se han infestado de moho y hongos, consulte este artículo para aprender a eliminar el moho de los documentos en papel.

Si tiene el mismo problema con las tarjetas, lea este artículo para saber cómo reparar una tarjeta dañada por el agua.

Conclusión

Lo mejor es saber cómo se daña el papel con el agua. Ahora que ha sido bien equipado con tal conocimiento, no diga más al destino acuoso.