¡Cómo guardar un cubrecolchón de espuma viscoelástica en 2 sencillos pasos!

Hay dos pasos para comprender cómo almacenar correctamente un cubrecolchón de espuma viscoelástica. Discutiremos ambos en gran detalle para ayudarlo a mantener el cubrecolchón en su forma “superior”. Pero, ¿por qué es necesario un almacenamiento adecuado?

Los cubrecolchones son los que reciben inmediatamente la presión cuando te acuestas en la cama. Por lo tanto, no debe pasarse por alto su almacenamiento para evitar deformar la estructura. De esta manera, mantendrá la forma de apoyo hasta su uso posterior.

¿Cómo se guarda un cubrecolchón?

Paso # 1. Límpielo primero

Aspiradora

Al igual que para guardar un colchón, primero debes limpiar el cubrecolchón. Esto ayudará a extender su vida útil durante el almacenamiento y evitará la acumulación de plagas. Si los insectos, la suciedad o las bacterias quedan atrapados con el adorno, puede dañarse.

Tratamiento local

Quite todo en su topper y aspire la superficie para eliminar la acumulación de partículas. A continuación, puede comprobar si hay manchas y eliminarlas con un paño empapado y escurrido en un detergente suave. Hay muchos quitamanchas caseros que puede usar para limpiar las manchas de su topper, así que marque el ideal para las manchas con las que está tratando.

Una vez que hayas quitado las manchas con cuidado, seca el exceso de residuo y líquido con otra toalla limpia. Recuerde no empapar el cubrecolchón con ningún tipo de líquido, ya que la humedad puede estimular el crecimiento de moho. Debe secarlo completamente antes de almacenarlo.

Desodorizar

Finalmente, refresque el cubrecolchón rociando bicarbonato de sodio en la superficie. Deje reposar el bicarbonato de sodio durante una o dos horas para absorber la humedad y el olor restantes en el cubrecolchón. Aspire y deje que su topper se seque al aire libre en un día soleado.

Puede acelerar el proceso de secado con la configuración sin calor de un secador de pelo o colocar el topper en algún lugar ventilado con ventiladores de circulación. Este último proceso debería refrescarlo aún más y matar cualquier organismo restante en la parte superior. Una vez hecho esto, consulte las recomendaciones de su fabricante para enrollar o doblar el topper.

Paso # 2. Enrollar y almacenar

La mayoría de los cubrecolchones permiten enrollarlos para que sean más compactos y cómodos de almacenar. Sin embargo, tenga cuidado con el plegado porque puede deformar y agrietar el adorno de forma permanente. Una vez enrollado, colóquelo en una bolsa de almacenamiento que se adapte bien al tamaño de su cubrecolchón.

Una bolsa protectora ideal está sellada al vacío para evitar que los líquidos y otros contaminantes se acumulen en el topper. También puede usar una bolsa de colchón y sellarla con su manguera de vacío. Luego, pegue los extremos con cinta adhesiva para asegurar la bolsa.

Finalmente, coloca la bolsa en algún lugar seco como un armario. Nunca use su sótano ya que se vuelve húmedo y húmedo que puede fomentar la formación de moho. Algunos usuarios incluso traen una unidad de almacenamiento porque les permite controlar la humedad y la temperatura más fácilmente.

¿Cuánto tiempo debe conservar un cubrecolchón?

Puede guardar el cubrecolchón hasta por seis meses o dejar que respire dos veces al año para evitar que se dañe el material. Después de todo, enrollarlo durante un período prolongado puede cambiar la estructura de cualquier espuma. También puede consultar las recomendaciones de su fabricante para su tranquilidad.

¿Cuánto dura un cubrecolchón?

Los adornos varían en la vida útil esperada, dependiendo de su calidad. Algunos pueden durar hasta tres años, pero otros duran más de cinco años. Debe considerar cómo lo usa o qué tan grueso es el material, ya que afectan la longevidad de los cubrecolchones.

Cuándo reemplazar el cubrecolchón

Puede reemplazar el cubrecolchón si siente una pérdida de comodidad o apoyo. Puede dar vueltas y vueltas durante la noche con más frecuencia, o se despierta con dolor corporal debido a una mala postura para dormir. También puede comprobar si el adorno ha desarrollado roturas y agujeros.

Otra señal de que ha llegado el momento de adquirir un nuevo cubrecolchón es el crecimiento de moho. No solo es asqueroso, sino que las esporas pueden causar alergias e irritación. Y, por último, los cubrecolchones viejos y gastados suelen tener manchas y olores que son difíciles de eliminar, independientemente de lo bien que los limpie.

¿Tiene que dejar salir el aire de un cubrecolchón?

Lo mejor sería esperar a que el cubrecolchón se ventile completamente antes de usarlo. Esto puede aplicarse a los cubrecolchones nuevos o si los ha guardado durante mucho tiempo. Puede dejarlo en una habitación ventilada y usarlo después de que la espuma se haya expandido por completo.

Verifique el tiempo recomendado por su fabricante antes de usar su cubrecolchón. Puede ser después de una hora o un día entero. Ventilarlo también debería ayudar a eliminar los gases para que el olor se disipe rápidamente.

El cubrecolchón debe estar listo para usar una vez que haya terminado de desprender gases y si ha alcanzado las dimensiones previstas.

Conclusión

El mantenimiento adecuado de los cubrecolchones puede ayudar a que duren más. Saber cómo guardar un cubrecolchón de espuma viscoelástica también mantendrá a raya la suciedad, el moho y los insectos. Para comenzar, limpie su topper aspirándolo y tratando las manchas.

Espolvorea un poco de bicarbonato de sodio en la superficie y déjalo reposar durante una hora. Vuelva a aspirarlo y deje que el colchón se seque al aire por completo antes de guardarlo en su bolsa de almacenamiento. Una vez hecho esto, colóquelo en un lugar seco, ya que la humedad y la humedad pueden fomentar el moho.