¿Por qué a mi bebé no le gusta estar en su corralito? Una guía

¿Por qué a mi bebé no le gusta estar en su corralito? Algunos bebés parecen odiar estar en su corralito y se quejarán y llorarán hasta que los saquen.

Esto puede ser frustrante para los padres que pensaron que el parque infantil sería un lugar seguro y tranquilo para su bebé. Pero ¿por qué sucede esto?

Hay algunas razones por las que a su bebé no le gusta estar en su corralito. Es posible que se sienta atrapado o que no pueda verte muy bien. Si no puede verte, puede sentirse asustado o solo. O, si se siente apretado en el corralito, puede agitarse.

Para ayudar a su bebé a sentirse más cómodo en su corralito, pruebe estos consejos:

-Asegúrese de que el corral sea lo suficientemente grande para que él pueda moverse.

-Asegúrate de que pueda verte desde el parque infantil. Si es posible, bájese a su nivel y haga contacto visual con él mientras esté allí. Algunos padres incluso sostienen un pequeño juguete para su bebé para que sepa que están cerca cuando está en el corral.

-Mueva las cosas fuera de la vista de su bebé si es necesario (incluidos los juguetes). Tu bebé debería poder verte en todo momento mientras está en el parque. ¡No olvides que los bebés de esta edad se aburren rápidamente cuando están solos!

Mantenga apagados los televisores u otras distracciones mientras su hijo juega sin supervisión en su corralito. De esta manera, si parece que está inquieto o llorando porque se siente solo o asustado, sabrás que debes hacer un cambio.

-Ponga música suave o cántele a su bebé una canción relajante mientras juega en el parque. ¡Esto puede ayudarlo a mantenerse tranquilo y feliz! Algunos padres incluso usan ruido blanco, como el de una aplicación en su teléfono, para este propósito. ¡Solo asegúrese de no dejar a su hijo desatendido si está jugando con dispositivos electrónicos cerca de su corralito!

¿Cómo limpio una cuna portátil?

Una cuna portátil es una excelente opción para los recién nacidos y se puede usar hasta que tengan aproximadamente seis meses. Es importante mantener la cuna limpia, ya que es probable que su bebé pase mucho tiempo en ella. Aquí hay algunos consejos sobre cómo limpiar una cuna portatil:

– Primero, retire todas las partes de la cuna y lávelas por separado con agua caliente.

– Luego, use un limpiador desinfectante para limpiar todas las superficies de la cuna. Asegúrese de entrar en todos los rincones y grietas. Permita que el limpiador se seque por completo antes de volver a armar la cuna.

– Finalmente, coloque una almohadilla impermeable debajo del colchón para protegerlo de derrames y accidentes. Cambie esta almohadilla regularmente para asegurarse de que esté limpia.

– También es una buena idea lavar las sábanas que se ajustan al colchón de la cuna portátil al menos una vez por semana en agua caliente con lejía, pero asegúrese de que estén completamente secas antes de volver a colocarlas en el colchón. Deben ventilarse durante 24 horas si es posible.

Si tu bebé regurgita o tiene otros accidentes mientras duerme, usa agua fría en lugar de caliente ya que esto no encogerá la tela y causará más desgaste. ¡Tenga en cuenta que algunos niños tienen sensibilidad en la piel, así que lea las etiquetas cuidadosamente cuando compre detergente para ropa también!

– Para ayudar a evitar que las manchas se fijen en telas como las mantas de algodón, agregue ¼ de taza de sal en cada carga durante el lavado.

¿Cómo se limpia un cochecito?

El primer paso es quitar todas las partes de tela de la silla de paseo. Esto se puede hacer abriendo la cremallera y quitando las correas o los botones.

A continuación, querrá quitar el dosel y limpiarlo con un paño húmedo. Si hay derrames de alimentos o bebidas, puede usar una esponja jabonosa para limpiarlos.

Luego puede lavar la almohadilla del asiento y el armazón en agua tibia con un detergente suave. Asegúrese de enjuagar bien y dejar que todo se seque al aire antes de volver a armarlo.

Finalmente, frote bien las ruedas con un cepillo y un poco de agua jabonosa. Déjelos secar al aire antes de volver a colocarlos en la carriola.

Es muy importante quitar todas las partes de tela de la carriola. Esto le permitirá limpiar a fondo cualquier derrame de comida o bebida que pueda haber ocurrido durante su viaje al aire libre. Además, si hay bacterias en la tela del asiento del bebé, podría causarles problemas de salud como diarrea y vómitos.

También es una buena idea quitar la capota y limpiarla con un paño húmedo después de cada uso. Si hace esto regularmente, la suciedad y la mugre no se acumularán con el tiempo, lo que puede provocar manchas más adelante en la vida cuando ya no sean tan visibles.

Puede ser útil para algunas personas tener a mano una esponja húmeda adicional para que puedan limpiar rápidamente cualquier desorden nuevo antes de volver a armar todo al final de su viaje por la ciudad.

Las ruedas del cochecito pueden ser difíciles de limpiar si no se desmontan. Al usar un cepillo y un poco de agua jabonosa, puedes llegar a todos los rincones y grietas para eliminar la suciedad o los desechos que se hayan acumulado con el tiempo. También es importante dejar que se sequen al aire antes de volver a colocarlos en la carriola. Esto ayudará a evitar que se produzca oxidación o corrosión en el futuro.

Vale la pena tomarse el tiempo para limpiar su cochecito después de cada uso. No solo lo mantendrá con un aspecto nuevo y brillante, sino que también ayudará a proteger a su hijo de cualquier bacteria dañina que pueda estar al acecho en sus superficies. Así que adelante, dale un buen fregado a todo, ¡al final valdrá la pena!